domingo, 21 de noviembre de 2010

El Arte de la Pintura : Se analizan obras pictóricas, vidas y obras de pintores, movimientos pictóricos... Todo ello en torno a una idea Estética concreta, que quedará expuesta a medida que el blog se vaya completando.


 Pensamiento Estético de Nietzsche




El 25 de diciembre de 2.007 escribía una entrada sobre el pensamiento estético de Tolstoi. Allí me compormetía a hacer esta entrada en este blog, para mostrar la diferencia entre ese autor y Nietzsche. Vamos a ello. Escribe Nietzsche en Die Geburt der Trägodie la famósa fórmula en la que concentra todo su pensamiento estético: "Sólo como fenómeno estético se justifican la existencia y el mundo por toda la eternidad". Este punto de partida supone un contexto diferente al de Tolstoi. Para Nietzsche, a diferencia de Tolstoi, sólo por el Arte es que se justifica una existencia humana; y cuando se refiere a ella entiende el filósofo una existencia bajo clave de dolor. En lo que los dos autores están de acuerdo es precisamente en este último punto: el Arte existe a costa del dolor del hombre. Así, los dos autores centran el tema de la cultura en general y el Arte en especial, en la siguiente dicotomia: llegar al bienestar del mayor número de personas o conseguir que sólo unos pocos tengan una buena vida. En esta dicotomia, Tolstoi veíamos que se decantaba por criticar un Arte que producía dolor en la mayoría, y bien estar a una minoría. La solución de Nietzsche es exactamente la contraria. En 1873 escribe Nietzsche que los "individuos" han de "subordinarse al bien de los individuos supremos, que son los hombres creadores". Sobre la base de la explotación del trabajo de los demás, son estos individuos los que crean las obras de Arte... Admite que no mejoran la humanidad, sino que ellos encarnan las posibilidades mejores y las hacen intuitivas. En la obra que he citado de Nietzsche, a esos hombres les llama "faros luminosos" (1, 65). La opción por la cultura y el arte de la mayoría lleva, en el pensamiento de Nietzsche, a una degeneración del Arte., supone renunciar a la excelencia en el Arte, para conformarse con el gusto de la muchedumbre, de la masa, en palabras suyas: "bonachoneria del rebaño democrático" (11, 587). En Grecia, dice el Filósofo, Aristóteles y Platón tenían claro que hasta en sus modelos democráticos era necesaria la esclavitud. Una sociedad con esclavos es necesaria para que en ella los mejores puedan dedicarse al Arte. La formación del Arte descansa sobre un fondo terrible: "A fin de que haya un suelo amplio, profundo y fértil para el desarrollo del arte, la inmensa mayoría ha de someterse en régimen de esclavitud al servicio de una minoria, que explotará más allá de la medida de sus necesidades individuales y necesario para la vida" (1, 767). Este sistema social está justificado en principios estéticos, sólo por ellos esta justificada tanta crueldad (1, 768). La crueldad del pensamiento de Nietzsche demuestra la insuficiencia de un pensamiento estético sin Dios. En este pensamiento, lo bello termina por diluirse con lo malo. Hay que decir, para tener una clara visión de conjunto, que tres han sido las variantes del modelo Estético sin Dios. Una la de Nietzsche, que aquí examinamos: que sustituye a Dios por la Estética excelente. La segunda es la Comunista, que sustituye a Dios por el Estado y la plebe, y tiene como resultado la destrucción del Arte (recuerdese la premonición crítica de Heinrich Heine en su Libro de Canciones (1855): "Con sus rudos puños trituran las imágenes marmoreas de mi querido mundo del arte"). La tercera es nihilista, la nada (v. Sartre). De estas tres posiciones la más audaz es la de Nietzsche, porque en ella se intenta salvar a costa de todo la excelencia del Arte mismo, un arte dionisiacos que aparece como nuevo dios para el hombre y quiere del hombre que sea dios. La obra que vengo citando de Nietzsche termina con una cuestión retórica que resume de nuevo su posición estética: "¡cuánto tuvo que sufrir este pueblo para ser tan bello!". Durante un tiempo, Nietzsche verá reflejado su pensamiento en la música de Richard Wagner (autor que repugna a Tolstoi). Para el filósofo el renacimiento cultural estaría representado en el Sigfrido de Wagner: "Imaginemos una generación con esa mirada imperpérrita, con ese rasgo heróico encaminado a lo terrible, imaginemos el paso audaz de estos matadores de dragones..." (1, 21). Siendo justos, hay que decir que Wagner y Nietzsche compartieron una parte del camino del pensamiento estético, pero no todo. Wagner efectivamente compartía el elitismo estético de Nietzsche, señalando incluso que el "supremo fin del hombre es el artistico" (R. Wagner, Mein Denken, 145). Pero Wagner no dejo de ver los aspectos religiosos de la Estética: "Podría decirse que, donde la religión se hace artificial, queda reservado al arte salvar el núcleo de la religión" (op.cit., 362). Este sería el punto en el que más incidiría Nietzsche para separarse de Wagner, y en este punto también (y curiosamente, porque como he dicho a Tolstoi le repugnaba Wagner) resultará que iban a coincidir Wagner y Tolstoi. La exploración Estética de Nietzsche, como un modelo de Estética sin Dios, termina en una disolución de lo bello en lo malo. Cuando paseando por Museos de arte moderno y veo estatuas decapitadas, sangre como forma de arte, veo la expresión de como la maldad termina con la belleza. Veo las consecuencias de un concepto estético Nietzscheniano. Como he dicho, el modelo de Nietzsche es uno de los tres modelos que se han ensayado de una Estética sin Dios, probablemente el más profundo, pero igual que los otros dos, son modelos fracasados.

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